martes, 14 de abril de 2015

El enigma del B-52 perdido sobre Laos

Durante la guerra del Vietnam, la fragilidad fronteriza era patente. Laos, país limítrofe con este país en guerra, vigilaba sus fronteras para evitar filtraciones, mantenerse al margen y a salvo del conflicto. Es por ello que resulta desconcertante que un bombardero estratégico B52, el mayor avión de combate de los EEUU se internara en abril de 1970 en territorio de Laos.

Bombardero estratégico B-52
Se desconocen los motivos por los que aquel avión penetró en un país no beligerante, lo cierto es que bien por despiste o desorientación de la tripulación o bien, por una definida y planificada misión, el bombardero siguió una derrota que lo llevó mucho más allá de la zona de conflicto.

Parece ser que se pierde contacto con el avión. Pocas horas después despega un helicóptero con un comando especial de soldados norteamericanos cuya misión era recuperar la documentación y elementos "sensibles" del aparato que aparentemente se había estrellado en un lugar remoto de la jungla laosiana, rescatar a los posibles supervivientes y finalmente demoler sus restos para borrar cualquier huella de intervención norteamericana en Laos.

Dieciocho horas después de su partida el comando al mando del Capitán Toulinet - que fue quien, parece ser, tras muchos años filtró el relato de lo ocurrido -  localizaron el aparato. Sorprendentemente no encontraron una amplia área de la jungla arrasada y con los restos calcinados del colosal avión esparcidos en numerosos fragmentos. Lo que vieron no lo podían creer sus ojos. Aquel aparato se encontraba intacto y posado sobre el suelo de la profunda foresta de Laos, como si hubiera descendido en vertical y hubiera aterrizado con suma suavidad sobre el terreno, algo por entonces imposible y que aún hoy lo és para aviones de esa envergadura. La situación se complicaba por momentos para el Capitán Toulinet y sus hombres, ante el creciente desconcierto pudieron comprobar que el avión estaba cerrado, por lo que no hallaban manera de entrar en él. Tras considerar diversas alternativas tomaron la decisión de volar una de las escotillas del fuselaje con parte de los explosivos que llevaban para su posterior demolición.

Ante su estupefacción, hallaron a los tripulantes del bombardero en sus asientos, con sus cinturones de vuelo perfectamente colocados. Estaban muertos, pero terriblemente mutilados con una precisión insólita. Nerviosos y totalmente confundidos descubrieron que a pesar de estas mutilaciones había poquísima sangre derramada en el habitáculo de vuelo, como si hubiera sido succionada. 

El Capitán Toulinet repartió las ordenes correspondientes y se preparó la demolición del avión. Previamente se tomaron fotografías de los cadáveres que documentaran todo lo que increiblemente estaban descubriendo. Las cargas colocadas iban a demoler el aparato y arrasar una gran parte del área circundante, lo cual simularía un estrellamiento ante posibles investigaciones del gobierno de Laos.
Se ignora si el comando evacuado llevó consigo alguno de los cuerpos de los tripulantes. Lo cierto es que entregaron sus informes y fotografías ante el MACV (Military Assistance Command Vietnam), el máximo órgano militar en el teatro de operaciones, en Saigón.

Este caso apareció mencionado por primera vez en el libro "Extraterrestrials Among Us" del autor George C. Andrews y posteriormente el investigador Tom Adams desveló al mundo que el verdadero nombre de Toulinet era William English, hijo de un congresista del estado de Arizona.

Le dejo un enlace donde podrá escuchar este relato mediante un audio extraído de la página ivoox.com que seguro que será de su interés.

Aunque la forma habitual de funcionar en este blog es no publicar nada hasta que se obtengan las pruebas testimoniales o documentales válidamente admitidas por los investigadores, en este caso, queda claro que no va a aparecer ninguna otra prueba que la filtración habida. Por tanto, ante obviar el asunto dejándolo morir en el olvido o poner en su conocimiento estos hechos para que ud. los pueda conocer y valorar, decidí optar por esta última opción, siendo finalmente ud. el que tomará la decisión de creer o no creer en estos hechos.

Un saludo.
La Doctrina Imperfecta