jueves, 26 de junio de 2014

Monarquía vs República

Buff!!, si... lo sé, otro rollo sobre el mismo tema, estáis saturados, lo comprendo. Sin embargo, ya sabe ud. que en este blog cuando se dicen verdades a medias, es como si se mintiera, por lo tanto …se actúa, se pone en evidencia y después... piense ud. lo que quiera.

¿Monarquía o República? Plantearlo en estos términos y además hacerlo malversando el caudal histórico y ocultando -o distrayendo-  los verdaderos problemas de nuestra sociedad en sencillamente una desvergüenza. Pero pueden llegar más allá. En el colmo de la indecencia plantean monarquía o democracia lo cual resulta aún más bochornoso. Aquellos que se encuentran en las barricadas callejeras del republicanismo son personas que no han sabido vivir, ni querido saborear, treinta y nueve años de plena libertad.

La "Tricolor" NO es la bandera republicana
sino la bandera de la II República.
Que además se haga desde una izquierda que sigue teniendo como modelos válidos a Cuba o Venezuela, que es condescendiente con el país-secta de Corea del Norte y que todavía se molestan, como si las pulgas habitaran sus ropajes, cuando le recuerdan a Stalin o el fracaso absoluto del comunismo, debería simplemente descalificar a quien lo sostiene. No me invento nada, quien no lo quiera ver... pues que no lo vea, allá ud.

Por otro lado está la derechona cavernaria, es decir el bipartidismo, que ha hecho un flaco favor a la Corona al intentar proteger esta institución de los recientes escándalos en lugar de coger el toro los por cuernos y dotar a ésta de lo que le falta a la gran mayoría de las instituciones de nuestro país, transparencia y una regulación legal adecuada.

¿Quiere todo esto decir que no podemos cambiar la forma de gobierno? Por supuesto que se puede. Pero, argumenten lo que argumenten estos "impetuosos demócratas", sólo es posible hacerlo de dos formas: o por la fuerza y saltándose el estado de derecho como ya ocurrió con la II República -sí, que no se me exalten, fue así- o a través de una reforma de la Constitución.

En su lugar piden un referéndum, y lo hacen los mismos farsantes que donde gobiernan no desean cambiar la injusta Ley Electoral: Andalucía, donde se apalancan en las poltronas sin ruborizarse lo más mínimo. Los mismos fariseos que ante el imparable avance del paro juvenil y la falta de perspectivas laborales ni se plantean una reforma laboral profunda. Los mismos golfos que no dudan en pactar con el PP allí donde pueden colocar a “su gente”: Extremadura. Los mismos embusteros que mientras se rasgan las vestiduras “por la democracia” se cogen de la mano con aquellos que desean destruirla: Amaiur,... No se puede ser más hipócrita.

Si mañana España amaneciera republicana, seguirían habiendo seis millones de parados, existiendo las mismas desigualdades sociales, las instituciones seguirían presas de su propia ineficacia, habría la misma pobreza y desesperación, pero lo verdaderamente grave es que provocaría además un conflicto social en el que los sentimientos, las pasiones y la exaltación estarían en nuestras calles. Todos sabemos lo que ocurre cuando los españoles se ven afectados por todo esto ¿verdad?. Esto, en realidad, lo sabe cualquiera, pero lo encubren y lo enmascaran con aires, humos diría yo, de libertad.

Verá ud., hace unos días en una televisión de alcance nacional, no recuerdo cual era, preguntaban en la calle por el manido asunto. Pararon a un ciudadano de aproximadamente unos 35 años y le preguntaron: ¿Ud. desearía una Monarquía o una República?, y contestó, ¡Mire, yo lo que quiero es un trabajo!.

Un argumento que van ocultando porque se les ve el plumero.
La gente de a pié, es decir, la inmensa mayoría, a esos que les importa un pepino la forma del estado, lo que les preocupa es llegar a fin de mes, tener un trabajo con el que mantener a sus familias, disponer de una vivienda digna sin que exista riesgo de perderla, garantizar a su hijos un futuro y a sus mayores un final digno. Ellos desearían mirarse cada mañana al espejo y no ver la cara del fracaso o la desesperación, saber que sus impuestos no van a despilfarrarse o ir al bolsillo de políticos y sindicalistas sin escrúpulos, eso es lo que de verdad les importa. Todo lo que a uds. “parece” que no les preocupa, porque claro… lo que mola es reivindicar la república.

Es una irresponsabilidad -y denota oscuros intereses- poner la pretensión de instaurar una república como el principal objetivo político, por delante, de las verdaderas y urgentes necesidades de la ciudadanía. Les importa un carajo que el sistema republicano resulte obscenamente más caro. Lo que ocurre es que a  los que viven de la división, el guerracivilismo y el frentismo, este debate les parece un filón.

Se pueden defender posiciones republicanas, es lícito, legal y hasta saludable para una democracia. Se puede ser republicano hasta la médula y estar plenamente convencido de ello. Pero esto se debe hacer con pleno respeto al estado de derecho y a la opinión del otro, con argumentos válidos y coherentes, sin tapujos ¿piensa ud. con total nobleza que la república es la mejor opción para nuestros país?, pues bien... defiéndalo, luche por ello, convenza, hágalo con entusiasmo y convicción, inste a que le sigan, ilusione con ello, pero hágalo siempre con la verdad y no se deje llevar por “ellos”.

A estas alturas, ud. ya me habrá hecho la foto “este es pro-monárquico”, pues mire... hoy por hoy le diré que SÍ, y con total convencimiento. Considero la Monarquía Parlamentaria como la mejor forma de estado para España. Pero tenga por seguro una cosa, si alguna vez la mejor opción para mantener la estabilidad del estado, garantizar la igualdad, la libertad, el bienestar y el progreso es una república, me lo replantearé sin el más mínimo problema. Los fanáticos talibanizados son ellos, no yo.

Finalmente hay que dejar claro nuevamente a estos precursores del inexistente problema, que nuestra Constitución alberga un sistema o mecanismo para la reforma de sí misma que podría permitir incluso la instauración de una república, así que en lugar de tanto brindis al Sol VOTEN. En las próximas elecciones busque una opción cuyo objetivo sea la instauración de una república y vótela, así de fácil y sencillo. La propia Constitución le da a ud. la posibilidad de hacerlo, la que sancionó S.M. el Rey Juan Carlos I, la que le garantiza las libertades de las que disfruta ud. desde hace 39 años y la que defiende sus derechos.

Un saludo.
La Doctrina Imperfecta.