Esta
vez no se trata de paredolias, es decir, piedras que parecen discos,
aliens, huesos, vasijas, etc... sobre la superficie de Marte. En este
caso se trata de algo que por su simpleza me deja algo perplejo. Ya
en su momento escribí un artículo sobre las “cositas” raras,
datos extraños y fotografías incoherentes que se podían encontrar
acerca de la exploración del planeta rojo.
Ahora,
la extrañísima aparición -nadie aún se lo explica- de una simple
roca donde sólo doce días antes no estaba, ha generado un verdadero
maremagnun de comentarios más o menos conspiranóicos, aunque esta
vez cargados de sólidos argumentos. Atrás quedan las piedras que
parecen esto o aquello, las fotografías que mostraban supuestos
depósitos de agua, las manchas que aparentaban ser pájaros o
aeronaves sobre el cielo marciano. Ahora, por fin, hay algo tangible.

NASA
hizo hizo el anuncio a través de su científico-jefe a cargo de las
misiones de esta agencia en la exploración con rovers del suelo
marciano, Steve Squyres, en el Instituto de Tecnología de California
durante la celebración de los 10 años de servicio del Opportunity.
Entre las hipótesis que bajaran para dar una explicación solvente a
este asunto están que, o bien la roca fue a parar allí después del
impacto de un meteorito o, la que consideran más probable, llegó
allí tras desprenderse por el paso del propio robot automático
Opportunity. Sobre la primera no tengo nada que decir, ellos sabrán
con certeza y habrán detectado la caída del supuesto meteorito. La
segunda opción la veo algo forzada. Verán, yo no aprecio un terreno
escarpado desde donde se hubiera “desprendido” la roca, a mi me
parece un área llana y sin obstáculos, en fin, juzgue ud.
Un
saludo.
La
Doctrina Imperfecta