martes, 5 de mayo de 2015

ISLAMIZACIÓN: Así se pierde una nación.

Llega el momento en que los hombres y mujeres del mundo y particularmente de España deben saber de una vez por todas que estamos en guerra, sí... óigalo bien "en una guerra salvaje y despiadada", la tercera guerra mundial si ud. quiere llamarla así. El Islam contra el resto del mundo. Una guerra que desborda fronteras, ideologías y credos. Si no nos defendemos con todo el poder, el coraje, la rabia y la cólera que seamos capaces de generar estaremos condenados.

Ellos son jóvenes, duros, enérgicos, impetuosos y están en el total convencimiento de estar en posesión de la verdad, la verdad de Al-lah. Nosotros estamos aletargados, adormilados, acomodados, faltos de valores e ideales, enfadados con nosotros mismos y cabreados con el vecino. Pero lo peor es que nuestros jóvenes también se encuentran completamente amuermados, la mente absorbida por los video-juegos y la sociedad de consumo que les brinda todo aquello que precisan sin apenas esfuerzo. Esa misma sociedad que no les ofrece oportunidades de futuro, alternativas para su desarrollo intelectual, ni tan siquiera les brinda el orgullo de pertenencia a un país, a una historia y, porque no, a una estirpe.

Quizás no sea hoy, quizás tampoco mañana, pero poco a poco, sutilmente, lenta pero inexorablemente, utilizando los "derechos humanos" en su versión más ambigua y malversada, nos están conquistando. Apoyados por los imbéciles de siempre, esos que por el mero hecho de pertenecer a una minoría creen que ya deben salir en su defensa, aunque el final esa minoría pueda terminar arrancándoles la cabeza, lapidando a  sus mujeres y masacrando a sus familias. Sólo y únicamente por creerse con total derecho a imponer sus costumbres, leyes y opiniones.

¿Es este un artículo racista?, pues no. Pero ¡ojo! que seguro que algún estúpido ya ha comenzado a pensar en ello, por ello me adelanto y le digo que "cualquiera" que desee venir a nuestro país para huir de la miseria, de la persecución, del horror, la guerra, el hambre, la intolerancia o la incomprensión que venga, ¿me ha entendido bien?, "que venga". Simplemente deben recordar que las reglas las ponemos nosotros, por ello les pedimos que se adapten a nuestras costumbres, a nuestras leyes, a nuestra forma de ser y hacer, a nuestra democracia, a nuestros centros de enseñanza, a nuestra sanidad, a nuestra forma de administrar justicia y a nuestra cultura. Para ello no deben renunciar a nada, simplemente respetarnos

Paquistaní quemada por su esposo, protegido
después por la Ley Islámica.
No vamos a tolerar que un padre mate a su hija por tener un novio que no era musulmán, como ocurrió hace poco en el País Vasco. No vamos a admitir que se golpee a una mujer por deber estar al servicio del hombre. No vais a imponer el hiyab, ni el niqap, ni el burka, ni nada parecido. No permitimos la ablación. No consentimos la palabra "infiel" en nuestro vocabulario y, óyelo bien, ni en el tuyo. No se juzga a las personas por ser homosexuales, no se les cuelga, no se les despeña ni se les lapida. No vamos a acceder al proselitismo religioso. Y ¿porqué?, ¿porqué somos intolerantes con todo eso?, pues porque todas esas costumbres denigran la condición humana, humillan a la mujer y ofende lo que llamamos civilización.

Nos ha costado muchos siglos de lucha y sufrimiento desligar nuestra civilización de una religión fanática, delirante, extremista y manipuladora, manejada por curas y obispos, en su mayoría majaras, para que ahora vengan otros importando algo similar. El Islam, no lo olvide, no es una religión, ni un culto, es simple y llanamente una forma de vida al ciento por ciento. Tiene su componente religioso, pero también legal, social, político y económico, todos éstos solapadamente ocultos por el primero.

Lapidación de un hombre
Las sociedades democráticas, avanzadas y tolerantes, que aceptan la diversidad de ideas, la multiculturalidad y la libertad de credo, son su principal objetivo. Y ¿cómo lo hacen? pues con un proceso que va actuando en virtud y como consecuencia del número de musulmanes que se van sumando a las sociedades occidentales. Allí, saben que se les va a permitir reclamar privilegios basados única y exclusivamente en su diferenciación religiosa, y tras ella, conseguir expandirse como un virus corroyendo los cimientos de esa sociedad de "infieles".

El proceso de "Islamización" se compone de una serie de pasos a dar conforme, como decía antes, su número va aumentando:

Paso 1º) Al alcanzar un número significativo, ese número que le da la calidad de minoría, se muestran como amantes de la paz, vecinos que no presentan problemas y no representan, ni por asomo, una amenaza para la sociedad.

Paso 2º) Conforme su número crece se infiltran entre ellos los primeros agentes islamistas. Comienza el proselitismo "somos una minoría", "estamos discriminados", etc... y comienza el reclutamiento de adeptos entre los grupos de extrema izquierda. Se sirven de sus servicios legales y de la cobertura que se les da en la calle mediante manifestaciones convocadas para defender sus derechos (como si éstos no fueran iguales e incluso superiores a los de los naturales del país). Comienzan a reclamar, ya en este punto, que se les permita construir mezquítas. En España ya hay casi 1200 mezquitas.

Paso 3º) Este paso lo determina el hecho de influir directa e insistentemente en estas y otras demandas llegando además a exigir la introducción de alimentos halal, es decir, elaborados y manipulados de acuerdo a los preceptos del islam. Ya así, se reservan determinados puestos de trabajo para musulmanes. Si esto no se cumple, comienzan las acusaciones de racismo y xenofobia a agentes políticos y superficies comerciales, que finalmente claudican temerosos de que les llamen xenófobos.

Paso 4º) Sigue creciendo su número, en ocasiones alentados por las disposiciones normativas proteccionistas de la familia de muchos estados. Un ejemplo de ello lo encontramos en Bélgica, donde a medida que aumenta el número de miembros de una familia los subsidios hacen que prácticamente se pueda vivir de ellos sin que los sustentadores principales precisen buscar trabajo. Pues bien, llegado a este punto exigen, ¡ojo! ya no piden o solicitan, "exigen" que se les permita regular sus comunidades (guetos) bajo la Sharía, o sea, la ley islámica. Barrios e incluso poblaciones entras del extrarradio de las grandes ciudades les pertenecen y lo consideran ya como territorio islámico, ese terreno está ya perdido definitivamente ¿ejemplos?, pregunte a un ciudadano francés, belga o británico.

Barriadas enteras londinense "tomadas" por el islamismo radical.


Es esto Tanger? Túnez? Damasco?, pues no... París.

  Paso 5º) Se extienden las revueltas, la supuesta discriminación ha llegado al límite, por tanto la confrontación social es la siguiente arma. Revueltas, quema de vehículos, contenedores, mobiliario urbano, o sea... una intifada (agitación, levantamiento) en toda regla, pero... en tu propio país. Esto lo hemos visto en diversos lugares de Europa, ¿recuerda París hace sólo unos meses?, pues eso...

Paso 6º) Cualquier disposición legal que no les guste: "Ofende al Islam", si... como lo oye, acaban siempre en disturbios y amenazas. Aparece la palabra "Islamofobia", la prensa, los escritores, los partidos liberales y conservadores son objetivos prioritarios de estas acusaciones.

Sobrepasado este punto vemos que países como Etiopía, Kenia, Chad o Líbano han caído definitivamente bajo la influencia islamista y opresora. Se forman milicias yihadistas, se ejecutan masacres entre cristianos y no musulmanes. Los ataques terroristas son sistemáticos, se queman iglesias, se asaltan misiones, se raptan personas para esclavizarlas, la guerra está en la cotidianidad, ya no hay remedio.

La Yihad violenta está servida, la Sharía se utiliza como arma, la limpieza étnica se generaliza, los pocos infieles que van quedando y no matan, son expulsados. ¿quiere ejemplos?, Irán, Blangla Desh, Irak, Pakistan, Indonesia, etc... ¿quiere videos?, aquí le dejo algunos (¡Atención! pueden herir seriamente su sensibilidad), pero si ud. no está convencido de lo que digo o es uno de esos idiotas famélicomentales perteneciente a "los de siempre" es una casi obligación que los vea y además... que los padezca.

VIDEOS
Ejecución en Siria de una presunta adultera:



Lapidada por verla en la calle con un hombre que no era su marido.  

Niños muertos y decapitados en Siria por el Estado Islámico.

Brutal decapitación de un cristiano
Hay muchas otras personas pertenecientes a un islam normal, moderado, tranquilo y pacífico. Familias musulmanas que únicamente buscan la felicidad a través de la integración y la mimetización con el entorno social. No deben renunciar por ello a sus creencias. Ellos también son víctimas de esta islamización brutal e irracional. Ellos son, llegados al extremo, tal y como han visto en los vídeos, los primeros en ser masacrados por yihadistas chalaos. Ellos merecen protección, respeto y respaldo. Lamentablemente los que tienen que hacerlo son los acomplejados políticos que temen ser acusados de xenófobos si se atreven a tomar decisiones valientes y necesarias. Estos meapilas deberían legislar medidas serias e inteligentes para protegerles y protegernos del fanatismo y la coacción.

Finalizando esta entrada me encontré con un artículo de Arturo Pérez Reverte que advierte sobre el Islam y se parece en algo a lo que quise decir más arriba:

"Supongo que la realidad es simple, van a ganar, porque son fuertes, y jóvenes, tienen hambre, y desesperación, y fe. Y coraje para luchar. Mientras que nosotros somos viejos, inseguros, demagogos, incultos y cobardes. El niño tiene razón con su pancarta: merecemos ser decapitados", Arturo dice esto en referencia a la pancarta que portaba un niño en una manifestación de Sydney que decía "Decapitad a quienes insulten al profeta".
"En algo tiene razón el niño, merecemos ser decapitados. Por cantamañanas. Por primaveras"... e insiste más adelante "No les quepa duda. Seremos decapitados, tarde o temprano. Y eso no será más que un acto de justicia de la Historia".


Un saludo.

La Doctrina Imperfecta