miércoles, 13 de marzo de 2013

D. Blas de Lezo y Olavarrieta - Historia Prohibida VI


Valiente, honorable, buen estratega… muchos son los adjetivos que se pueden aplicar a grandes héroes como el almirante Nelson, cuyo nombre aún resuena en Gran Bretaña. Sin embargo, también son características, éstas y muchas otras, de las que pudo presumir Blas de Lezo, un oficial tuerto, cojo y manco de la marina española que consiguió resistir el ataque de 186 navíos ingleses con 26.000 soldados con sólo 6 barcos y apenas 3.000 hombres, durante el Siglo XVIII. Lo que diferencia a D. Blas de Lezo de Nelson es que él jamás perdió un combate, mientras que el almirante británico tuvo que retirarse derrotado en varias ocasiones ante sus “enemigos íntimos”, los españoles.


Esta es una historia, digna de ser inmortalizada en cualquier película y reflejada en los libros de historia como un ejemplo de valor, tenacidad, ingenio, vocación de servicio y amor a la patria, lamentablemente el único error que cometió D. Blas de Lezo fue nacer español. De haber nacido británico, francés o norteamericano se habrían hecho películas, series, poesías, estatuas, plazas en la principales capitales, etc.., su nombre estaría escrito con letras de oro en los libros de texto, tal y como lo está Nelson. Tristemente la estúpida obcecación de los personajillos que establecen los planes de estudio en evidenciar con letras mayúsculas los errores que España pudo cometer y tocar únicamente de pasada, e incluso obviar como es este caso, los hechos y personas de nuestra historia que pueden hacernos sentir orgullo, es algo con lo que este Blog “La Doctrina Imperfecta” piensa seguir poniendo en evidencia para vergüenza de estos enseñantes de tan menguada capacidad intelectual y tan exasperante vileza moral, que se ponen al servicio de bastardos intereses políticos. Y precisamente ahora, cuando se hace más necesario que nunca estar orgullosos, si no de los que somos al menos de lo que fuimos y extender la convicción que se si fuimos capaces de escribir la historia del mundo, lo podemos volver a hacer. Hay un dicho que dice que “el mayor enemigo de España, está dentro”, y sigue siendo cierto.
Este valeroso vasco demostró una y mil veces la capacidad estratégica de la marina española de la época. Sin embargo, sus gestas se suman a las docenas de hazañas de otros muchos protagonistas de nuestra historia que han caído en el olvido.
Blas de Lezo nació en Pasajes, Guipúzcoa, el 3 de febrero de 1687, aunque aún existe controversia sobre el lugar y el año en que vino al mundo, lo indudable es que se trata de uno de los más grandes estrategas de la Armada Española en toda su historia. Y este es el relato cronológico de sus gestas: 

1704 Batalla de Vélez-Málaga
Se enroló como guardiamarina cuando tenía 17 años, aún un adolescente, al servicio de la escuadra francesa al mando del Conde de Toulouse, ese mismo año perdió la pierna en la batalla de Vélez-Málaga, la más importante de la Guerra de Sucesión, por una bala de cañón, sin embargo, el jovencísimo Lezo continuó en su puesto de combate. Después hubo de amputársela sin anestesia, por debajo de la rodilla. Blas de Lezo fue elogiado por el gran almirante francés por su intrepidez y serenidad y por su comportamiento se le ascendió a alférez de navío. Con sólo 17 años ya era oficial.
1705 Rendición del Resolution
En 1705 aprovisiona la asediada Peñíscola. Después de esto hostiga el comercio de Génova teniéndose que enfrentar al navío de línea británico Resolution  de 70 cañones, que se rinde ante el marino vasco. Continúa patrullando el Mediterráneo apresando numerosos barcos ingleses realizando valientes maniobras con un arrojo impropio, tanto es así que se le premia permitiendo llevar sus presas a Pasajes, su pueblo natal.
1706 Rompe el bloqueo de Barcelona
Se le ordena abastecer a los sitiadores de Barcelona al mando de una pequeña flotilla Sirviéndose de su aguda inteligencia realiza su cometido brillantemente, escapa una y otra vez del cerco que establecen los ingleses para evitar el aprovisionamiento. Para ello deja flotando y ardiendo paja húmeda con el fin crear un densa nube de humo que los protegiera, pero además carga “sus cañones con unos casquetes de armazón delgada con material incendiario dentro, que, al ser disparados prendía fuego a los buques británicos”. Los británicos se ven impotentes ante tal despliegue de ingenio.
Posteriormente se le destaca a la fortaleza de Santa Catalina de Tolón donde toma contacto con la defensa desde tierra firme en combate contra las tropas del Príncipe Eugenio de Saboya. En esta acción y tras el impacto de un cañonazo en la fortificación, una esquirla se aloja en su ojo izquierdo, perdiendo para siempre la vista del mismo.
1710 Captura del Stanhope
Captura del Stanhope - Museo Naval de Madrid
Es destinado al puerto de Rochefort donde es ascendido a Teniente de Guardacostas en 1707. Allí realizará otra gran gesta rindiendo en 1710 una decena de barcos enemigos, el menor de 20 piezas, y sometiendo en un impresionante combate al Stanhope de 70 cañones comandado por John Combs que le superaba ampliamente en potencia de fuego, pues su fragata montaba sólo 40 piezas. Se mantuvo un cañoneo mutuo hasta que las maniobras de Lezo dejaron al barco enemigo a distancia de abordaje, momento en el que ordenó lanzaran los garfios para llevarlo a cabo: “Cuando los ingleses vieron aquello entraron en pánico”. Al abordaje los españoles casi siempre superaban a sus rivales por tanto está versión no debió diferir demasiado con la realidad pues sino no se explica que saliera victorioso cuando la tripulación de Lezo era notablemente menor que la de Combs. Sea como fuere Blas de Lezo se cubre de gloria en tan fenomenal enfrentamiento, en el que incluso es herido, y es ascendido a Capitán de Fragata.
1714 Guerra de Sucesión
La Guerra de Sucesión había prácticamente finalizado en julio de 1713 con la firma de la paz con Gran Bretaña, pero Cataluña seguía en armas por los partidarios de la casa de Austria. El marino participó en varios combates y bombardeos a la plaza de Barcelona. En uno de ellos, el 11 de septiembre de 1714, se acercó demasiado a las defensas enemigas y recibió un balazo de mosquete en el antebrazo derecho que le rompió varios tendones y le dejó manco para toda su vida. Durante esta época apresa 11 navíos ingleses y rinde Mallorca, en manos austriacas, sin violencia gracias al temos que infundía entre sus enemigos.
Así, y tras quedarse cojo, tuerto y sin mano, Blas de Lezo pasó a ser conocido como el «Almirante Patapalo» o el «Mediohombre». Su leyenda había comenzado.
1720 Limpieza de los Mares del Sur.
Una vez finalizada la Guerra de Sucesión, Lezo se destacó por su servicio a España. Una de sus misiones más destacadas fue la que realizó en 1720 a bordo del galeón «Lanfranco». Se le integró en una escuadra hispano-francesa al mando de Bartolomé de Urdazi con el cometido de acabar con los corsarios y piratas de los llamados Mares del Sur. Las operaciones hicieron que se capturara o hundiera gran cantidad de navíos corsarios poniendo en fuga a los pocos que aún habían logrado evadirse de la escuadra. Los mares del sur volvieron a ser “un lago español”.
1725 Acción de Génova
Fue ascendido a Jefe de la Escuadra del Mediterraneo. Durante esta etapa hay que destacar dos hechos. El primero tiene lugar en Génova donde Blas de lezo se presentó con 6 navíos y exigió a los banqueros genoveses el pago de dos millones de pesos que se adeudaban en nombre de su Majestad el Rey de España. Los genoveses ante la posibilidad de que la ciudad fuera arrasada aceptaron y, tras cargar los caudales en sus barcos, exigió un homenaje a la bandera real. Estableció un plazo y finalmente Génova aceptó disparando en honor del Rey de España las salvas de ordenanza reclamadas por lezo.
Con la mayor parte de ese dinero se financió la campaña de Orán a la que, como no podía ser de otra manera, acudió Lezo con 54 buques y 30.000 hombres rindiendo la ciudad. No obstante Bay Hassan conocido pirata argelino logró unir tropas y volver a sitiarla. Lezo acudió con 6 navíos y numerosos transportes de tropas levantando el sitio y persiguiendo al pirata hasta su propia fortaleza bien defendida por dos castillos y 4000 hombres. Esto no achantó al valeroso marino que se internó en la ensenada de Mostagán bajo el fuego cruzado de las dos fortalezas y hundió el barco de Bay Hassan el “Capitana de Argel”.

1734 Teniente General de la Real Armada
El Rey, muy satisfecho por lo conseguido y en tan poco tiempo, se lo agradeció de la mejor manera que se le puede hacer a un marino y así, por Real Orden de 6 de Junio de 1734 le nombra Teniente General. Contaba con 45 años de edad.
Fue nombrado Comandante General de Cádiz y posteriormente llamado a la Corte. Sin embargo, tras corto espacio de tiempo argumentó a su majestad “que tan maltrecho cuerpo no era buena figura para permanecer entre tanto lujo y que su lugar era la cubierta de un buque de guerra”; pidió el consiguiente permiso al Rey y éste se lo concedió, nombrándole poco después comandante general de una flota de galeones con los que se desplazó a Cartagena de Indias en 1737.
1741 El mayor reto de Lezo - Cartagena de Indias
El mayor desafío de Blas de Lezo se sucedió sin duda en Colombia, donde tuvo que defender Cartagena de Indias (llave del Imperio Español, centro del comercio americano y donde confluían las riquezas de los virreinatos y capitanías generales de España) de los ingleses, ansiosos de conquistar el territorio.
El pretexto fue el asalto a un buque contrabandista británico. El capitán español, Juan León Fandiño que apresó la nave, cortó una oreja a Robert Jenkins, capitán el barco inglés, al tiempo que le decía (según el testimonio del inglés) «Ve y di a tu rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve». En su comparecencia, Jenkins denunció el caso con la oreja en un frasco, y al considerar la frase de Fandiño como un insulto al monarca inglés, la oposición parlamentaria y posteriormente la opinión pública sancionaron los incidentes como una ofensa al honor nacional». La excusa perfecta había llegado y se declaró la guerra a España.
El Almirante Edward Vernon se presentó el 13 de marzo de 1741 en Cartagena de Indias con 186 navíos (habría que recordar que la armada invencible que envió Felipe II contra Inglaterra únicamente contaba con 127 navíos), casi 27000 hombres entre casacas rojas, marineros, voluntarios de las colonias americanas y negros macheteros jamaicanos. Blas de Lezo contaba con 6 barcos, 1100 soldados veteranos, 400 bisoños, 600 marineros, 300 milicianos y unos 600 arqueros indios, negros y mulatos, en total no se alcanzaban los 3000 hombres.
Lezo establece un plan defensivo en el que explota al máximo sus efectivos. Como gran estratega y a sabiendas de la tremenda diferencia de fuerzas coloca trampas a las fuerzas británicas que caen una y otra vez en ellas. Utiliza sus navíos para proteger el acceso a la bahía interior de Cartagena y apoyar los castillos y baterías que defendían Boca Chica. Lleva al enemigo al lugar donde mayor daño puede hacerles su artillería y el fuego incesante de fusilería. Finalmente, el 20 de mayo desaparece en el horizonte la última vela británica. Tras de sí dejan varios miles de muertos, se ven obligados a quemar y hundir varios barcos al carecer de marinería para gobernarlos. Las cubiertas de los restantes aparecen como desgraciados hospitales llenos de heridos y enfermos que morirán muchos de ellos durante la travesía.
Estatua de D. Blas de Lezo ante el Castillo de S. Felipe en Cartagena de Indias.
El oficial británico John Pembroke relató “Cuando eché la última mirada al puerto de Cartagena, su superficie era gris con los cuerpos putrefactos de nuestros hombres, que murieron tan rápidamente que nosotros no podíamos enterrarlos”.
Se trata del mayor descalabro y la mayor derrota infringida jamás a Inglaterra. Su rey, Jorge II prohibió a los historiadores y cronistas hablar jamás de este episodio para intentar ocultar así a la historia tan gran desastre.

                  
Como en otras ocasiones la, a veces madre y casi siempre madrastra, de sus mejores y serviles hijos, España, cometió la infamia de no reconocer la grandeza de aquella hazaña. Lezo murió el 7 de septiembre de aquel mismo año víctima de las heridas y las plagas que quedaron tras la batalla. Lo hizo sólo, en la pobreza al no haber recibido aún las numerosas pagas que se le debían. Fue en aquellos mal dados días, injuriado y acusado de no haber cumplido como su deber requería por el virrey D. Sebastián Eslava.
Su esposa Josefa, ante la ausencia de dinero para proporcionar un lugar de descanso digno y con el temor de que su sepultura pudiera ser ultrajada dadas las malintecionadas noticias que corrían acerca de tan valeroso hombre, se llevó su cuerpo a un lugar alejado de la ciudad, donde debió ser enterrado. Motivo por el cual jamás se encontraron sus restos.
Afortunadamente, y aunque con algunos años de tardanza, reinando ya Fernando VI, éste restituyó el honor del D. Blas de Lezo y concedió a su hijo primogénito llamado también Blas el marquesado de Ovieco, quedando así perpetuada para la historia la gesta de Cartagena de Indias.
Asimismo la Armada Española honra a tan distinguido hombre, ilustre marino, noble soldado e invicto Almirante, contando siempre entre sus unidades de combate con un navío de nombre “Blas de Lezo”.
Crucero Ligero "Blas de Lezo"


Destructor "Blas de Lezo"
Fragata Lanzamisiles "Blas de Lezo"
Gracias y permítame que le pida que divulgue este relato. Se hace necesario sacar del olvido este personaje y devolverle el lugar que le corresponde en "nuestra" historia.

La Doctrina Imperfecta.

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