Buff!!, si...
lo sé, otro rollo sobre el mismo tema, estáis saturados, lo comprendo. Sin
embargo, ya sabe ud. que en este blog cuando se dicen verdades a medias, es
como si se mintiera, por lo tanto …se actúa, se pone en evidencia y después...
piense ud. lo que quiera.
¿Monarquía o
República? Plantearlo en estos términos y además hacerlo malversando el caudal
histórico y ocultando -o distrayendo-
los verdaderos problemas de nuestra sociedad en sencillamente una
desvergüenza. Pero pueden llegar más allá. En el colmo de la indecencia
plantean monarquía o democracia lo cual resulta aún más bochornoso.
Aquellos que se encuentran en las barricadas callejeras del republicanismo son
personas que no han sabido vivir, ni querido saborear, treinta y nueve años de
plena libertad.
La "Tricolor" NO es la bandera republicana sino la bandera de la II República. |
Que además se
haga desde una izquierda que sigue teniendo como modelos válidos a Cuba o
Venezuela, que es condescendiente con el país-secta de Corea del Norte y que
todavía se molestan, como si las pulgas habitaran sus ropajes, cuando le
recuerdan a Stalin o el fracaso absoluto del comunismo, debería simplemente
descalificar a quien lo sostiene. No me invento nada, quien no lo quiera ver...
pues que no lo vea, allá ud.
Por otro lado
está la derechona cavernaria, es decir el bipartidismo, que ha hecho un flaco favor a la
Corona al intentar proteger esta institución de los recientes escándalos en
lugar de coger el toro los por cuernos y dotar a ésta de lo que le falta a la
gran mayoría de las instituciones de nuestro país, transparencia y una regulación
legal adecuada.
¿Quiere todo esto
decir que no podemos cambiar la forma de gobierno? Por supuesto que se puede.
Pero, argumenten lo que argumenten estos "impetuosos demócratas", sólo es posible
hacerlo de dos formas: o por la fuerza y saltándose el estado de derecho como
ya ocurrió con la II República -sí, que no se me exalten, fue así- o a través
de una reforma de la Constitución.
En su lugar
piden un referéndum, y lo hacen los
mismos farsantes que donde gobiernan no desean cambiar la injusta Ley Electoral:
Andalucía, donde se apalancan en las poltronas sin ruborizarse lo más mínimo. Los mismos fariseos que ante el imparable
avance del paro juvenil y la falta de perspectivas laborales ni se plantean una
reforma laboral profunda. Los mismos
golfos que no dudan en pactar con el PP allí donde pueden colocar a “su
gente”: Extremadura. Los mismos
embusteros que mientras se rasgan las vestiduras “por la democracia” se
cogen de la mano con aquellos que desean destruirla: Amaiur,... No se puede
ser más hipócrita.
Si mañana
España amaneciera republicana, seguirían habiendo seis millones de parados,
existiendo las mismas desigualdades sociales, las instituciones seguirían
presas de su propia ineficacia, habría la misma pobreza y desesperación, pero
lo verdaderamente grave es que provocaría además un conflicto social en el
que los sentimientos, las pasiones y la exaltación estarían en nuestras calles.
Todos sabemos lo que ocurre cuando los españoles se ven afectados por todo esto
¿verdad?. Esto, en realidad, lo sabe cualquiera, pero lo encubren y lo
enmascaran con aires, humos diría yo, de libertad.
Verá ud., hace unos días en una televisión de alcance nacional, no
recuerdo cual era, preguntaban en la calle por el manido asunto. Pararon a un
ciudadano de aproximadamente unos 35 años y le preguntaron: ¿Ud. desearía una
Monarquía o una República?, y contestó, ¡Mire, yo lo que quiero es un
trabajo!.
Un argumento que van ocultando porque se les ve el plumero. |
La gente de a pié, es decir, la inmensa
mayoría, a esos que les importa un pepino la forma del estado, lo que les
preocupa es llegar a fin de mes, tener un trabajo con el que mantener a sus
familias, disponer de una vivienda digna sin que exista riesgo de perderla,
garantizar a su hijos un futuro y a sus mayores un final digno. Ellos desearían
mirarse cada mañana al espejo y no ver la cara del fracaso o la desesperación,
saber que sus impuestos no van a despilfarrarse o ir al bolsillo de políticos y
sindicalistas sin escrúpulos, eso es lo que de verdad les importa. Todo
lo que a uds. “parece” que no les preocupa, porque claro… lo que mola es
reivindicar la república.
Es una irresponsabilidad -y
denota oscuros intereses- poner la pretensión de instaurar una república como
el principal objetivo político, por delante, de las verdaderas y urgentes necesidades
de la ciudadanía. Les importa un carajo que el sistema republicano resulte obscenamente más caro. Lo que ocurre es que
a los que viven de la división, el guerracivilismo
y el frentismo, este debate les parece un filón.
Se pueden defender posiciones republicanas,
es lícito, legal y hasta saludable para una democracia. Se puede ser
republicano hasta la médula y estar plenamente convencido de ello. Pero esto se
debe hacer con pleno respeto al estado de derecho y a la opinión del otro, con
argumentos válidos y coherentes, sin tapujos ¿piensa ud. con total nobleza que
la república es la mejor opción para nuestros país?, pues bien... defiéndalo,
luche por ello, convenza, hágalo con entusiasmo y convicción, inste a que le
sigan, ilusione con ello, pero hágalo siempre con la verdad y no se deje llevar
por “ellos”.
A estas alturas, ud. ya me habrá hecho la
foto “este es pro-monárquico”, pues mire... hoy por hoy le diré que SÍ,
y con total convencimiento. Considero la Monarquía Parlamentaria como la mejor
forma de estado para España. Pero tenga por seguro una cosa, si alguna vez la
mejor opción para mantener la estabilidad del estado, garantizar la igualdad,
la libertad, el bienestar y el progreso es una república, me lo replantearé sin
el más mínimo problema. Los fanáticos talibanizados son ellos, no yo.
Finalmente hay que dejar claro nuevamente a
estos precursores del inexistente
problema, que nuestra Constitución alberga un sistema o mecanismo para la
reforma de sí misma que podría permitir incluso la instauración de una
república, así que en lugar de tanto brindis al Sol VOTEN. En las
próximas elecciones busque una opción
cuyo objetivo sea la instauración de una república y vótela, así de fácil y
sencillo. La propia Constitución le da a ud. la posibilidad de hacerlo, la que
sancionó S.M. el Rey Juan Carlos I, la que le garantiza las libertades de las
que disfruta ud. desde hace 39 años y la que defiende sus derechos.
Un saludo.
La Doctrina Imperfecta.